jueves, 30 de diciembre de 2010

Amistad, divino tesoro.


Amistad.
Inconsciente complicidad, automática simpatía, instintivo afecto, desinteresado interés.
Involuntario sentimiento.

Sin embargo, como propiedad humana, no goza de perfección alguna. A veces  nuestra propia testarudez e ignorancia hace que se tambalee. Nosotras, que analfabetas erramos y nos equivocamos en nuestras decisiones decidimos abdicar de inmediato de nuestro trono de soberbia gracias a un siempre presente insomnio de culpabilidad.
Sí, se tambalea, cual acróbata, pero nuestra red fuertemente entretejida por años y experiencia es mucho más fuerte que cualquier malla de circo. Estoy convencida.

Es por ello que, aunque nuestros caminos se bifurquen, vosotras me persuadís día a tras día para seguir siendo AMIGAS EN LA DISTANCIA.

G.



No hay comentarios:

Publicar un comentario